La protesta empresarial – Isidoro YESCAS
Isidoro YESCAS
Aunque los organizadores del paro de actividades del lunes 8 de agosto son los dirigentes de las filiales de CONCANACO y COMPARMEX a nivel nacional, así como quienes dirigen otras cámaras y asociaciones “empresariales” a nivel local, propagandísticamente se ha pretendido presentar esta expresión de protesta como una actividad surgida de la “sociedad civil organizada”. No es así.
No obstante, tiene su peso y significado político el hecho que una parte de los sectores productivos de Oaxaca manifiesten su inconformidad por la falta de solución a un conflicto magisterial y social que a fuerza de prolongarse ha impactado en forma negativa en la economía de pequeños y medianos comerciantes y productores, prestadores de servicios turísticos, artesanos, transportistas y de todos quienes requieren movilizarse dentro y fuera del territorio oaxaqueño para desarrollar sus actividades.
No se advierte que el paro sea total, ni tampoco que se extienda mas allá de las 24 horas, pese a que los convocantes primero lo manejaron como un paro indefinido y luego de 48 horas. Y no será total porque aún entre los convocantes y promotores del paro existen diferencias sobre lo que en el fondo se busca con esta protesta: si solamente exigir mano dura en contra del magisterio y las organizaciones que los respaldan para que cesen los bloqueos carreteros para así restablecer la “normalidad” política y social, o emplazar también al gobierno federal y al gobierno del estado para obtener apoyos económicos por las pérdidas sufridas por la ingobernabilidad que prevalece en la entidad. Y también quien o quienes debieran ser los interlocutores legítimos de estos sectores inconformes ante la SEGOB y otras instancias gubernamentales.
No será un paro total porque no todos los propietarios de pequeños, medianos y grandes negocios están de acuerdo que los dirigentes de los organismos empresariales (léase Concanaco, coparmex, canacintra, etc) que en muchos casos ocupan esos cargos por la directa intervención de funcionarios gubernamentales ( y que han callado ante la corrupción gabinista porque ellos mismos fueron cómplices) se asuman ahora como los paladines de la paz y el estado de derecho en Oaxaca.
Y pese a todo el paro ya llamó la atención del gobierno federal ,no así del gobierno del estado cuyo jefe del poder ejecutivo pareciera que ya abdicó de su obligación de atender todo lo relacionado con la gobernabilidad de la entidad.
Pero esta protesta, que en el fondo refleja el nivel de polarización que ya vive Oaxaca y que el paisano Carlos Ramírez lo ha conceptualizado como “guerra civil molecular”, aunque algún sobreviviente del viejo marxismo bien pudiera calificarlo de una incipiente lucha de clases, debe también constituirse en un llamado de atención para la dirigencia magisterial.
Hay que repensar las estrategias de lucha y valorar si con todo lo que hasta se ha logrado para que el gobierno federal reconsidere el carácter punitivo de la reforma educativa y el impacto que provocó en los derechos laborales del magisterio, debe seguirse castigando a la sociedad con los bloqueos carreteros y otras medidas de presión que afectan la educación y deterioran la débil economía de los oaxaqueños.
Es ya hora de evitar que se siga ahondando la división y el encono entre los oaxaqueños. Es hora, como lo ha expresado públicamente don Alfredo Harp, en abierta dedicatoria a sus homólogos del sector empresarial, “de levantar las cortinas, ofrecer servicio y abrir fuentes de empleo”.
Es ya hora de que el diálogo y la negociación aterricen en acuerdos que beneficien a los maestros, a los sectores productivos, a los trabajadores y a todos los oaxaqueños.
Agosto 7 del 2016.
Lo que es evidente es el Colapso Metropolitano. Recomiendo Oaxacopolis. http://www.sublimeplenitud.com 9515484386 Dr. Bricio Arturo Espinosa